Por fin se ha estrenado esta producción británica, basada en la obra de Peter Ackroid, "Don Leno, el Golem y el music-hall". El retraso se debe a la muerte, en pleno rodaje, del actor Alan Rickman, que debió ser sustituido por Bill Nighy.
ha pasado un tanto desapercibida en España, normal en este país, donde sólo se mantienen en cartel, salvo excepciones, las películas de dibujos animados o las de los héroes de Marvel.
Y el caso es que atrae. está bien construida, muy bien ambientada en el Londres de 1880, quizás sólo con abuso de filtros (véase foto de María) que la hacen excesivamente oscura. En cambio, el barrio de Limehouse (parecido a Whitechapel) está muy bien recreado, con sus personajes inmorales, sucios, y obscenos. Parece que podamos oler sus calles húmedas, su basura, y su alcohol.
La trama es confusa. Ackroid, considerado una autoridad en el mundo victoriano, teje una historia de asesinatos macabros, violentos, sin sentido. Pero la historia engancha, sobretodo a medida que avanza la película. Quizás la confusión venga de que esté dirigida por un director hispanoamericano prácticamente novel.
No se que tal hubiera sido el personaje del inspector en Alan Rickman. Bill Nighy está excelente. este actor ennoblece todos sus trabajos. El resto, Olivia Cooke, Douglas Booth y Daniel Mays, semidesconocidos, están correctos. María ocupa el quinto lugar en el reparto, y realmente así debe ser, ya que después de los cuatro principales protagonistas, es la que tiene más papel, pero cuando actúa, está soberbia como siempre.
La crítica opinó que el filme parecía sacado de la serie "Penny Dreadful", pero a mi me parece que es mejor compararla con el filme de los años noventa "Jack el destripador", de David Wickers, y que hizo Michael Caine.
Editada rápidamente en DVD (muy usual ahora), con el tiempo se convertirá en un clásico del cine de terror. Admite varias visiones (yo ya la he visto 2 veces). Al tiempo.
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