Fritz Lang es uno de mis directores preferidos, y me gusta repasar cada 4 o 5 años sus películas.
Ayer me puse "Scarlet Street", el título original de esta cinta, rodada entre "La mujer del cuadro" (1944) y "Secreto tras la puerta" (1948), los tres filmes que produjo y dirigió para la compañía Diana Productions, fundada por él, y el matrimonio formado por el productor Walter Wanger y la actriz Joan Bennett.
La historia es sabida. La caída de un hombre maduro, insignificante, casado con una viuda por conveniencia o rutina, y que llega a robar para satisfacer los caprichos de una buscona (Edward G. Robinson, correcto como siempre, y Joan Bennett, magnífica como prostituta con un punto de perversidad, cinismo, y vagancia. Pero el mejor es Dan Duryea, sobresaliente en su papel de chulo, jugador y borracho. Destacar que también sale Margaret Lindsay, desaprovechada en un breve papel.
Con guión de Dudley Nichols y fotografía de Milton Krasner, dos valores seguros, Lang la dirigió con su estilo habitual, sin concesiones.
Un Lang que luchó siempre contra el sistema de estudio hollywoodiense. No le dejaban colaborar en los guiones, aunque de alguna forma interviniera en ellos, y nunca le dejaron responsabilizarse del mon taje final de sus filmes. Claro que su veteranía y experiencia le permitió emplear algunos "trucos": por ejemplo, llegar el primero a los rodajes, y ajustar la iluminación a su gusto, o enfocar las cámaras.
Pese al éxito de su etapa en U.S.A., y "Perversidad" no es una excepción, se le tachó siempre de que rodaba filmes a contracorriente, por lo que en 1956, decidió aceptar una oferta y regresar a Alemania.
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