Indiscutiblemente uno de los mejores noir de la historia del cine. Su éxito colaboró a la fama del director, y la de Dana Andrews, Gene Tierney, y Clifton Webb.
La historia la conoce todo amante del cine clásico, por lo que voy a pasar de puntillas sobre ella, y comentar mis impresiones.
Zanuck, presidente de la Fox, hizo suyo el proyecto. Al principio iba a dirigirlo Rouben Mamoulian, que rodó breves días, y producirlo Preminger, pero éste se entusiasmó con la historia, y no cejó hasta tomar las riendas. El tiempo le daría la razón, y después de Laura, se convirtió en productor-realizador estrella del estudio.
Gene Tierney, en el estudio desde 1940, alcanzó la fama en este filme. Bella y elegante (efectúa un desfile de vestidos que tal parecería que fuera modelo). No sólo Waldo Lidecker y el teniente Mc.Pherson se enamoran de ella. Es que el público la convirtió en una de sus actrices preferidas, incluso cuando hacía de "mala" en "Qué el cielo la juzgue"
Dana Andrews, tosco y lacónico, le debe su éxito a este filme y a Preminger, que siempre confió en él.
Pero el mejor es Clifton Webb, recordado siempre por las dos películas en que encarnó a Mr. Belvedere, yo lo prefiero en su papel de hombre de mundo, estirado, snob y pedante, tal como interpreta a Lidecker, o como lo hizo en "El filo de la navaja"
Al principio es el narrador de la cinta. Maquiavélico, no se le escapa nada. Se da cuenta del amor enfermizo que el teniente siente por Laura. En un momento le dice: "Debería entrar en un manicomio. Sería el primer loco que está enamorado de un cadáver"
También intervienen, correctos como siempre, Judith Anderson y Vincent Price, pero no debe olvidarse la fotografía de Joseph LaShelle, y la música de David Raksin, que acompaña y potencia el filme.
Por último decir que, años después, Preminger jugó siempre con la posibilidad de que "todo hubiera sido un sueño, y Mc.Pherson no se hubiera despertado de su cabezada"
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