No me acuerdo cuando la vi por primera vez. Supongo que en la época del vídeo, y entonces, pese a los años desde su filmación, aún enganchaba. Y aunque he visto las versiones (ya en color) más modernas, con Jessica Lange o Naomí Watts, pese a sus mejores efectos, esta primera producción de Cooper y Schoedsack, conserva el encanto de su primitismo.
Con actores poco conocidos, salvo Fay Wray (teñida de rubio para la ocasión), que ya había trabajado para el dúo de realizadores en "Las 4 plumas" (1929) y "El malvado Zaroff" (1932), y Bruce Cabot (al que le tengo manía desde su odiado papel en "Furia", uno de los intérpretes principales es Robert Armstrong, que me pregunto si no actuaba de "alter ego" de Merian C. Cooper, autor del guión.
La película fue un gran éxito comercial, mucho mérito es del maquetista Willis O´Brien, decorador y dir
ector artístico que usó con experiencia la técnica del stop-motion.
Puro divertimento, mezcla de cine de aventuras y terror. Vista en su momento, el público de aquella época debió pasarlo en grande, obviando el mito de la bella y la bestia, y el del despertar sexual de un animal.
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