El debut de Welles en el cine representó al mismo tiempo, un éxito y un escándalo. La todopoderosa influencia de William Randolph Hearts intentó por todos los medios que el filme no se estrenase, y la misma R.K.O. (se diga lo que se diga) dudó un tiempo en proceder a su estreno.
Y es que la película, sin mencionarlo, gira en torno a la figura del magnate de la prensa.
Vista hoy la película, a casi 75 años de su filmación, olvidado por el público el multimillonario, sin la relación debida, se puede apreciar mas la concepción del filme. De hecho, el papel de Susan Alexander, en la cinta, una mediocre cantante de ópera, se refería a la, por entonces, amante del magnate, la actriz Marion Davies, una excelente actriz de comedias, a la que el control de Hearts perjudicó más que benefició.
Y en lo referente a la película, que fue un gran éxito, se ha hablado mucho de la fotografía de Gregg Toland, un operador jefe maestro en los contrastes de sombras en blanco y negro. Pero yo mencionaría también al director artístico Van Nest Polglase, que formó un equipo con Toland, uno en la fotografía, y el otro con sus decorados barrocos.
Welles, ideólogo del filme, puso a trabajar a su elenco de actores del Mercury Theatre. Allí están Joseph Cotte, Agnes Moorehead, Ray Collins, Everett Sloane, Paul Stewart. Suyo es el argumento, y es cierto que colaboró con el guión (premiado con el oscar), pero fue Herman Mankiewicz quien tuvo la idea de rodar la película en numerosos flash back, y tiene entre sus muchos aciertos, la quema final del deslizador de nieve, el buscado Rosebud.
Por cierto, ¿Nunca he entendido por qué tanto interés en saber que, o quien, es Rosebud, si cuando Kane muere está solo, y nadie puede oir lo que dice?
Resumiendo, un gran debut, una buena película que Welles intentó repetir, sin éxito, con "El cuarto mandamiento", pero que, repito, se mira mejor si obviamos el parecido Kane-Hearts.
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