Obra maestra como es, no me canso de verla. Ochenta y cinco minutos de una gozada.
"High Noon", su título original, confirmó la madurez del western. La acción dejaba paso a la tensión, el dramatismo, y a unos personajes bien definidos. Un par de años antes, Henry King se adelantó con "El pistolero", otra obra maestra.
Pese a que se rodó en 30 días, su rodaje no estuvo falto de problemas, principalmente a cargo de su exigente productor, Stanley Kramer, que no quería a Gary Cooper para interpretar al sheriff Kane. El había pensado en Charlton Heston o Montgomery Clift para el papel. Ambos declinaron la oferta por problemas de agenda. Menos mal, no puedo imaginarme a Clift, excelente actor, como sheriff abandonado.
Cooper no estaba pasando por su mejor momento artístico. Sus últimas películas no habían sido grandes éxitos, y la industria empezaba a considerarlo caduco, y eso que sólo tenía 51 años. Cooper hizo una magistral interpretación que le valió su segundo Oscar. Malas lenguas dicen que una úlcera de estómago que, por entonces sufría, le sirvió para dotar a su personaje de un rictus de angustia que le venía bien al personaje.
Kramer también acusó a Dimitri Tiomkin, autor de la B.S.O. de que su música era demasiado sombría, y le obligó a componer la balada "Don´t Forzake Me, Oh My Darling", canción que se hizo célebre, y mira tú por donde, le hizo ganar el Oscar.
Otro Oscar que consiguió el filme, fue para los montadores Elmo Williams y Harry Gerstad, verdaderos artífices del éxito de la película. Es sabido que en el preestreno de la cinta en provincias, no fue bien recibido por el público. Entonces, ellos convencieron a Zinemann que filmara primeros planos de relojes (en la oficina del sheriff, la estación o el hotel), y ellos lo irían intercalando en el filme. Así, al transcurrir la acción en tiempo real, el público acompañaría a Kane en el transcurso del tiempo. La primera foto del reloj es a las 10,40, en la boda de Kane y Amy, y la última es a las 12, cuando llega el tren. Una hora y 20 minutos, tal como dura la película.
La fotografía fue del veterano Floyd Crosby, dotándola de imágenes frías, como si un documental fuese, y mostrando el ir y venir de Cooper a través de unas calles semi vacías.
Con un Cooper extraordinario, destacan unos secundarios de lujo: Thomas Mitchell, Lon Chaney Jr., Henry H.Morgan, Lloyd Bridges u Otto Kruger, pero yo destaco a Katy Jurado por su fuerza interpretativa. De la futura princesa, en su segundo filme, pasa desapercibida.
Y por último, decir, cosa que no entiendo, que la película siempre ha llevado el latiguillo de ser una cinta de derechas. ¿Por qué? Seguro que no sería por el guión de Carl Foreman, escritor que fue perseguido por izquierdista por el C.A.A. Las películas son buenas o malas, sea quien sea su director o su intérprete, O ¿son malas las películas de Ford? ¿o las de Henry King y Sam Wood?
Algunos críticos deberían hacérselo mirar.
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