Es extraño que Marlene y Lubitsch, ambos en contrato con la Paramount, no hubieran trabajado juntos. Ésta es la única película que hicieron.
¿Esperarían el final de la relación profesional de ella con Von Sternberg? !Una lástima! Siempre nos quedará la duda de lo que pudo ser. Con Sternberg, Marlene estaba bella, seductora, voluble, vampiresa, infiel, pero con "Angel", está seductora, impone su personalidad, sus ojos y su semisonrisa enamoran.
Contando con un guión de su fiel Sansom Raphaelson (colaboraron en 9 filmes), el enredo elegante estaba garantizado. La "clase" de su marido (Herbert Marshall) y su admirador (Melvyn Douglas) se daba por contado. Puertas que se abren y cierran en la mansión de la Gran Duquesa Anna, y que nunca sabemos que ocurre, debiendo poner toda nuestra imaginación en marcha. Al más puro estilo Lubitsch, o Raphaelson.
Y esperamos ver que sucederá cuantro Angel y Tony se reencuentren en la villa Barker. No hay sorpresa, antes que esto suceda, el director dirigirá a Tony hasta una mesita donde está una foto del matrimonio. Cuando Marlene entra en el salón, la situación ya está controlada.
Película agradable de ver, destacando unos secundarios de lujo, y en la que Edward Everett Horton trabajaba por quinta vez con Lubitsch.
Melvyn Douglas volvería a trabajar con Ernst en "Lo que piensan las mujeres" (1941), un mediocre filme del director. Marshall ya había trabajado en otra comedia de enredo, "Un ladrón en la alcoba" (1932), de la que recuerdo que Lubitsch lo "castigó" haciéndole subir y bajar numerosas veces por unas escaleras, y eso que el gran actor inglés tenía una pierna de madera.
No está considerada una obra maestra, pero casi.
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