Fallecido su actor fetiche, Lon Chaney, Browning rodó "Freaks" trás el exito de su "Drácula", y entre "The Iron Man" y "Perdone señorita"
Pese a que siempre ha sido recordado por haber filmado la, para algunos, mejor versión sobre el conde de Transilvania, el tiempo lo ha ido asociando como autor de este filme.
Una historia que transcurre entre el mundo del circo, un tema muy común a él. Sencilla, un enano, Hans (Harry Earles), se enamora de la trapecista Cleopatra (Olga Baclanova), y ésta que sólo se burla de él, cambiará de opinión cuando se entera que ha cobrado mucho dinero a través de una herencia. Se casará con él, pese a mantener relación con el forzudo del circo. Desde la noche de bodas, ambos tratarán de envenenarlo. Entonces aparecerán los verdaderos protagonistas del filme, los monstruos, que lo impedirán y se vengarán.
Y es que, durante poco más de una hora, asistimos como voyeuristas a un desfile de hombres y mujeres deformes que se ganan la vida exhibiéndose en el circo: la mujer barbuda, la hermafrodita, las hermanas siamesas, el hombre-torso, los seres de cabeza pequeña y mente de niño. Ellos son el único sentido del filme, una curiosidad, no de Browning, pero sí dentro de las producciones de la MGM.
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