Con apenas 50 minutos de duración, este mediometraje refleja el estilo de Browning. Desde muy joven se había escapado de casa para ganarse la vida en barracas de feria o en el circo. En sus películas, trató muchas veces esta forma de vida.
En el filme hay amores, engaños, pasión, violencia y muerte. Y mucho grand guiñol. Un lanzador de cuchillos al que le faltan los dos brazos (luego veremos que no es cierto), y que tiene una gran habilidad para lanzarlos con los pies, está enamorado de su joven pareja de actuación (Joan Crawford). Creyéndose correspondido, se corta de verdad los brazos, para darse cuenta que, en realidad, la chica está enamorada del forzudo del circo. El drama está servido.
Lo interpreta Lon Chaney, amigo personal de Browning, con quien trabajó en 10 filmes, desde "La hora del arroyo" (1919) hasta "Oriente" (1929), todas ellas mudas. Era el actor ideal para interpretar personajes truculentos y patéticos. Hubiera interpretado también "Drácula", pero murió poco antes de iniciarse su rodaje.
Y en uno de sus primeros papeles, Joan Crawford, que aquí destaca por su belleza, su sonrisa franca y sus grandes ojos llenos de vitalidad. Con apenas 22 años, Joan radiaba juventud y simpatía. Lejos de la actriz que, con la edad, en los cuarenta se le volvió un rostro rígido, antipático, serio.
Su corta duración hace que se vea con agrado,
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