Me encantó desde la primera vez que la vi, y cada vez que la repaso, le encuentro algún detalle para añadir a los pros.
Fue la primera película que Lang rodó en Hollywood, tocando un tema tan americano como el linchamiento, saliendo airoso del empeño. No así, en mi opinión, cuando rodó otro tema tan propio de U.S.A. como el western, su cuarta película allí: "La venganza de Frank James".
En los primeros seis minutos del filme, ya nos ofrece un retrato de los personajes: Joe Wheeler (un Tracy impuesto por el estudio), su novia Katherine (excelente Sylvia Sidney), y los dos hermanos de él. No necesitó más tiempo para meternos en situación.
Debió quedar satisfecho con la actuación de la Sidney, ya que sus siguientes películas contaron con ella como protagonista: "Sólo se vive una vez" (1937) y "Silencio de mujer" (1938).
Antes de hablar del rodaje, señalo la buena fotografía de Joseph Ruttenberg, llena de primeros planos tan común al expresionismo alemán: la Sidney, los vecinos difamadores, los 22 acusados, etc.
Lang, que había seguido los pasos de directores europeos que huían del nazismo, Lubitsch, Siodmak, Wilder, May, había sido de los últimos en llegar. Había rodado su último filme europeo en Francia, "Liliom", y marchó a Hollywood contratado por David O´Selznick, por entonces Jefe de Producción en la M.G.M.
Pero estuvo dos años, bien pagado, sin hacer nada. Había propuesto algunos guiones, pero no eran del agrado del estudio, además no congeniaba con Louis B. Mayer. Cuando Selznick abandona la compañía para fundar la Selznick International, la mano derecha de Mayer, Eddie Mannix, intentó con tacto cancelar el contrato. Lang les convenció que había visto un boceto de guión de Norman Krasna, basado en un linchamiento, que le había gustado, y que podía sacar una buena historia si le dejaban pulir el guión.
Así empezó el rodaje de "Furia", bajo el control en la producción de Joseph L.Mankirwicz, futuro realizador. Le retocaron algo el guión. Le obligaron a que el linchado, en vez de negro fuera blanco, le impusieron a Tracy, y le obligaron a tener un final feliz. Pocos cambios para un estudio que no se movía bien por los filmes de crítica social o cine negro.
Una vez finalizado, lo preestrenaron en distintas localidades, y sólo fue cuando hicieron una premier para la prensa que, viendo que gustaba, se apresuraron a estrenarlo.
Tuvo mucho éxito, y colaboró a establecerse definitivamente a Lang. Eso sí, no volvió a trabajar en la M.G.M. hasta 1955, cuando Mayer ya hacía años que no dirigía el estudio.
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